España ó la esquizofrenia ?

 

 

 

 

 

hace tres días se anunciaba a bombo y platillo el inicio de la lectura del QUIJOTE a propósito del premio CERVANTES, bendecido, como no, por la inefable presencia de nuestro príncipe y nuestra princesa...

durante no sé cuantas horas, se leía ininterrumpidamente el libro.

quien primero pegó la espantá fué el propio homenajeado. cosa absolutamente lógica, dadas las circunstancias.

así que Soraya, la vicepresidenta, dió comienzo al tostón.

y no me refiero a tostón por el libro, precisamente.

siempre me ha gustado la historia del Quijote.

un loco, afortunado con un amigo y compañero de aventuras absolutamente prosaico,que sin embargo, es capaz de acompañrlo en sus delirios.

quizás no tan loco...

quizás disfrutando el placer de ser un observador solitario de la triste realidad de la manada...

lo que es realmente pavoroso, lo que desamina mucho, es que durante tanto tiempo no hayamos aprendido a reirnos de los molinos que hemos convertido en gigantes.

y que cuando alguna persona, en este rebaño previsible, hace algo rompedor, se lo apropien las instituciones, los estados, es decir, todos aquellos que nunca le resolvieron la vida.

incluso, en el caso de Miguel de Cervantes, la delirante guerra, historia de nuestra triste especie, le proporcionó una minusvalía.

aún así, abandonado y limitado, fué capaz de soñar y de reirse de sus sueños.

su mente libre sobrevolaba las llanuras de La Mancha.

mientras, la alargada sombra de su personaje se iba fundiendo en el ocre de la tierra.