cuando en Las Palmas había un frontón

esta misma tarde he pasado por delante. hacía mucho calor, pero aún así, he tenido un momento para hacer estas fotos y admirar lo bonita que es esta fachada.

es el edificio que fué construido como frontón para jugar a la pelota,  ahora transformado en viviendas, ¡ como no !.

cuando era muy pequeña recuerdo que los domingos íbamos con mis padres a tomar el aperitivo en su restaurante del último piso. me encantaba.

                                      

en aquellos años, este deporte tenía un gran seguimiento en Las Palmas.

desde que entraba, era un mundo ruidoso y diferente, dominado por el estallido de las pelotas contra el muro. con la megafonía, el ir y venir de gente, el humo de los cigarros, las apuestas...

ellos no apostaban, pero veíamos jugar durante un rato desde la gradas, inmensas para mi estatura.  siempre me ha parecido un bonito juego la pelota vasca y el jai alai, con la mano ó con la cesta.

ya el recuerdo cada vez es más borroso, pero el edificio, ahora restaurado, se mantiene.

como también se mantiene en mí para siempre el agradecimiento a ellos, a mis padres.

por enseñarme a disfrutar de esos pequeños momentos y de tantos otros que es lo que ayuda a caminar por la vida.