ahora que debido a un accidente tengo limitado el uso de un brazo, es cuando realmente me doy cuenta del gran valor y la superación diaria que desarrollan las personas discapacitadas.
se esfuerzan todos los días para realizar su vida, que los demás no les hemos hecho más fácil y normal por la ceguera y el egoismo que practicamos.
no buscan compasión, sino que reclaman el derecho a sentirse personas como las demás.
cuando miro atrás, cada vez admiro más a mi tio Juan, que le dió la polio cuando pequeño en una España donde aún no se vacunaba a los niños, sufrió varias operaciones en una pierna , nunca pudo jugar como los demás y siempre ha sido una persona alegre y sin quejarse para nada...
para colmo, le produjeron un trombo en un desafortunado estudio médico y además del pié le inutilizaron el brazo (ah, las eminencias de la ciencia).
pero jamás se amargó, sino que con un humor envidiable salía todos los días a caminar desde que pudo, siguió haciendo su vida independiente, y hasta arreglando relojes y otras cosas en una mesa que ideó para entretenerse con sus reparaciones.
ahora que es mayor y que probablemente nunca leerá lo que estoy escribiendo, quiero darle las gracias por su ejemplo , por toda las alegrías que nos ha proporcionado, por su enorme generosidad y por enseñarnos que las limitaciones hay que superarlas y usarlas a nuestro favor ya que no podemos cambiar la realidad.
por eso pido accesibilidad en todas las viviendas,en todos los edificios, en todas las calles, en todas las ciudades, que sepamos ver sus necesidades y solucionarlas porque tienen derecho a eso y les demos la oportunidad de poder acceder dignamente a todos los sitios que forman parte de nuestras vidas.
por ellos y por nosotros, para aprender a ser mejores personas.
por ellos y por nosotros, para aprender a ser mejores personas.
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