viernes, 30 de septiembre de 2011

una imagen vale por mil palabras




                          las palmas de gran canaria 2011

Esta pintada estaba esta mañana muy cerca del juzgado de malos tratos a la mujer en mi ciudad.
Es un bofetón visual, pero uno de tantos que estás acostumbrada a ver, y no solo por el hecho de que aluda a las feministas, que por cierto lo soy.


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Desde las vallas te miran chicas enseñando piernas y medias, con copas en la mano ó al lado de botellas
Esas irreales retocadas en nada se parecen a nosotras, no.
Las que bolso en ristre salimos a ganarnos la vida ó las que se la están ganando en casa, batallando además muchas veces con otras preocupaciones que afectan a nuestros seres queridos.
Sus  enfermedades y problemas, porque socialmente no se les dá solución, por ejemplo.
Pero quieren hacernos creer, al menos una parte de la especie humana de sexo masculino, y por supuesto, no todos, que es parte de nuestro papel :
Estar guapísimas y decorativamente correctas.
Y no contentos con eso, convierten a la mitad del género humano en servidoras de sus necesidades con limitadas posibilidades mentales,sin acceso a jerarquías pensantes, que eso está muy feo,caramba.
Mejor ser buenas creyentes, mujeres al servicio de la causa que sea.
Pero sin opciones a tener opinión sobre cosas trascendentales  y sin ninguna posición de poder, excepto para formar  a otr@s en la misma tarea y pensamiento.
                                                                                                                                                                                                                          
Dados nuestros supuestos instintos maternales, cosa de la que carezco por ejemplo, se endosa también de paso el cuidado de  enfermos, ancianos, niños, en fin, todo lo que suponga un trabajo agotador y sucio.
Por si es poco, en su papel de conservadora de la especie, tiene que desear ser madre, y serlo.
Engrosar las filas del sistema.
En nuestra civilización occidental, concretamente en España,  donde hemos avanzado en esos planteamientos y las mujeres vamos ocupando puestos antes reservados a los hombres, seguimos inmers@s en una esquizofrenia social con nosotras.
Somos por desgracia protagonistas de casos como estos, bastante habituales en las noticias


sin que se encuentre todavía solución definitiva en la comunidad.
Como tampoco se le  encuentra a los vacíos de las  necesidades sociales que antes eran cubiertas por la mujer.
Entonces, cuando ví el cartel me pregunté:
¿ Puede alguien considerar precisamente nazi a quienes defendemos nuestro derecho a vivir como nos dé la gana en paz,  a quienes  exigimos el respeto que nos corresponde como parte de la humanidad, y estamos en contra de morir por ello  ?

                        
     INVISIBLES mira esto.pon altavoces.





y agradeciéndoselo a ella,podemos votar. La gran olvidada. 
CLARA CAMPOAMOR



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miércoles, 21 de septiembre de 2011

MARUCA, es el dia del alzheimer, mi niña


Esta es Maruca.
Su nombre siempre me ha gustado, aunque ya nadie se llama así.
Hace años era muy habitual, casi cada familia tenía una.
Es el diminutivo cariñoso para nuestras  Marias de todos los tipos.
En su caso, María del Rosario era su nombre oficial, pero nadie la reconocería por él.
Creció, como el resto de sus hermanos, correteando por las calles del pueblo con sus amigas,en la escuela, y haciendo diabluras por todas partes según cuentan los que la conocieron durante esa época.
Su infancia no fué fácil, pero no le quedaron amarguras en el corazón.
Maruca era mi tía, y para mí, que nací la primera de todos los primos, una segunda madre.
iba a comer a su casa cuando no me apetecía hacerlo en la mía, las siestas luego con Adrián disfrazandose para asustarme y hacerme reir...
Siempre la recuerdo riéndose , con una facilidad tremenda para la imitación y como muchos agüimenses, disfrutando en los carnavales.
La primera vez que me vestí de máscara fué con ella y con su grupo de amigas en la casa de mi abuela, donde por esos días siempre había trasiego de amistades y mascaritas.
Es inolvidable y mágico.
La iniciación  para muchos otros muchos carnavales que han venido después.
La sensación de que ella confiaba en que ya era capaz de poder divertirme así, aunque era muy chica en realidad, me hacía feliz.
Con un camisón de mi abuela, un sombrero y unas trenzas de rafia rojas que me había fabricado días antes ilusionadísima, salimos a la calle controlando que no hubiera nadie por ella en ese momento para que no nos reconocieran.
Recuerdo los latidos del corazón mientras subíamos hacia la plaza y la alegría que no podía contener.
Me enseñó a  pasarlo muy bien ya desde el rito de inventar un personaje intercambiando ropas y abalorios, porque en ese tiempo nadie tenía un disfraz concreto, sino las distintas colecciones de ropa usada, trapos viejos, sábanas y sombreros  que se recopilaban por las casas.
Me enseñó a jugar con las frases ingeniosas para despistar sin mentir, a vacilar sin ofender, a saber evitar a tiempo majaderos llenos de alcohol y a ver que todo se reduce a una interpretación imaginativa y risueña de la vida y sus momentos para divertirnos todos juntos y olvidar la rutina.



                                      con sus hijas

Después, mucho después de esta foto, pero cuando aún parecía que tenía largo tiempo por  disfrutar, hizo su aparición el Alzheimer.
Primero poco a poco y después de una forma cruel y rápida, nos fué desdibujando a nuestra Maruca.
Ese gran ladrón le arrebató la memoria de  sí misma y sus costumbres, luego sus recuerdos, sus personas amadas que ya no reconocía, su risa y sus sonrisas, y por último la vida.
Pero no ha triunfado.
Y tú ya eres libre.
Sigues en mi memoria y en la de los que te conocimos y te quisimos.
Sigue resonando tu risa, nos seguimos acordamos de tu facilidad para soñar disparates graciosos, para mover los ojos tan expresivos que tenías, y cada carnaval, cuando el viento  baila con la música en los callejones, vuelve a arroparme tu recuerdo por las calles de  Agüimes.


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en homenaje a todas las personas que han luchado, luchan y lucharan contra el alzheimer




CON TODO MI AMOR PARA L@S QUE PADECEN ALZHEIMER Y PARA QUIENES L@S CUIDAN Y TRATAN CON CARIÑO Y GENEROSIDAD





          

OTRA VEZ CON LA BANDERA





La bandera ó banderón, porque es exagerada, corresponde también a un ego exagerado.
El ego de este señor que se vé tan contento y extasiado mientras los demás, excepto sus dos compañeros más próximos, miran hacia otro lado.
Una muestra más de la locura institucional en la que vivimos.
Auténtico despilfarro, que el viento se encargó de liquidar en un momento, mientras siguen pendientes un montón de necesidades de primer orden en nuestras islas.
Durante un tiempo, a pesar de que quedó el mástil, nos olvidamos del tema por suerte.
Ahora han vuelto otra vez a reponerla en su lugar, creo que como  homenaje personal de agradecimiento  por parte de  un resucitado político, pero pagado con dinero público.
Es tremendo llegar a la altura de la Plaza de la Fería, mirar al cielo y en vez de verlo observar un telón de fondo en azul y amarillo.
Yo comparto la opinión de muchos de nosotros, no necesitamos ninguna bandera para sentirnos canari@s.
Canari@s de verdad somos los que día a día trabajamos por hacer mejores nuestras islas y  nuestra convivencia, los que tenemos que resolver nuestras necesidades diarias y sufrir una administración autonómica ineficaz y corrupta.
No quieran convencernos de que haciendo ondear trapos al viento están pensando en nuestro bienestar.

si quieres reirte más a pesar de la tristeza que dá este despilfarro, pincha aquí
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                                      pero se vuelve a quitar.....     
                                                     
Ocasionando así otra preocupación y otro gasto añadido a la ciudad.
                         si no lo crees, pica aquí      
                                     
                                        Fastuoso.                                                                       
lee la noticia haciendo click en la pregunta
                    
                                                                  

 

domingo, 11 de septiembre de 2011

EL PRIMO FRASQUITO JAVIER





El tuvo fama por sus fiestas.
Eran de los más animado, y duraban días, según me han contado.
Primo de mi bisabuela Catalina, parece ser que desde que heredó lo que le correspondía,se dedicó con entusiasmo a gastarlo y disfrutarlo.
Para eso, y como suele ocurrir, disponía de un amplio grupo de acompañantes y organizaban divertidos bailes y celebraciones.
Sin embargo, al terminar las juergas  aparecía la resaca, y eso si que lo llevaba muy mal el pobre.
Envolviéndose en una sábana, lloraba tristemente detrás de la puerta de su dormitorio exclamando:

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a la vez que gemía y se lamentaba durante  el tiempo que duraba el malestar.
Luego, volvía a sus vida habitual hasta el próximo jolgorio.
Aunque él ya hace muchos años que no está, su frase ha permanecido entre nosotros, y la usamos tanto para indicar un resacón de cuidado como para reirnos ante cualquiera de esas situaciones ridículas en las que a veces nos coloca la vida.

      
                                                                          

viernes, 2 de septiembre de 2011

la playa y los membrillos

Siempre me había parecido la cosa más natural del mundo ir a la playa llevando un membrillo.
Desde que tengo recuerdos, en verano aparecían los membrillos en las casas y en las tiendas de comestibles.
Muchos de ellos conservando aún la pelusilla protectora color arena que los cubre.

Cuando se la vas quitando,  empieza  a verse el oro de la piel de la fruta, y empieza a llegar ese olor tan agradable suavemente.
Incluso pensaba que era una costumbre que existía por todo el archipiélago...
El otro día, hablando con amigos de las otras islas, fué cuando me dí cuenta de que no. No es así.
Mientras contábamos las vacaciones que habíamos vivido de  niños, Marisol, que es de aquí, recordó los membrillos en la playa.
Todos los de esta isla, Gran Canaria, lo comentamos como lo más normal,y al ver la cara de extrañeza que iban poniendo los demás,hubo que explicar en que consistía la costumbre.
El membrillo se tira al mar primero.
Luego, hace lo mismo la dueña ó dueño del membrillo, aunque también puede ser un membrillo comunitario a veces, con lo cual nos podíamos tirar varios a buscarlo.
Y una vez en el agua, mojados todos, ¡ a jugar y a morder !
Volvimos a sentir el crujido de la fruta en la boca.
Volvimos a tener el sabor del zumo del membrillo mezclado con agua salada, que le quita la aspereza y lo hace dulce y refrescante....
¡Ummmmm....!




              Te recomiendo que lo pruebes alguna vez.