domingo, 22 de abril de 2012

los amos de la ciudad

iba por la calle. venía de trabajar, un día duro.
con la nuevas medidas adoptadas para los trabajadores en el país, la situación es cada vez peor. hay que hacer más horas por menos dinero.

bendecidos por la palabra "crisis", el partido mayoritario vá desmantelando la educación, la sanidad... 

los derechos que teníamos, gracias a las protestas y la lucha de muchas personas durante muchos años, que invirtieron en ello su libertad y su vida, se están terminando mediante decretazos.
la situación para los mayores y los dependientes, como era previsible, está siendo cada vez más precaria, así como para sus familiares.
para el resto también.
y en medio de un sopor social generalizado, caminamos hacia no sé bien donde.
mientras, se agranda más y más la brecha que separa pobres y ricos, engullendo a su paso a la clase media.
todo eso daba vueltas en mi cabeza, hasta que levanté la vista, y los ví acercándose.
la bandada de pájaros revoloteaba en un orden perfecto sobre el edificio, una y otra vez.

entoncés me detuve.
durante un rato, observé como iban y venían rápidamente en una serie de pasadas cambiantes.
mientras, la ciudad seguía su ritmo abajo.
los coches, los del andamio, los transeuntes, los semáforos.
nadie miraba al cielo, donde ellos seguían yendo y viniendo hasta que desaparecieron como mismo llegaron, de repente.
seguí caminando, sintiendo envidia de su posibilidad de volar, de vernos desde arriba sin tener que recorrer  caminos marcados.
han visto de mi ciudad lo que  yo no llegaré a pisar nunca.
el parque de San Telmo era paso casi obligado, así que hacía allí me fuí.
me gustan los parques, son remansos de tranquilidad en medio de las ciudades.
puedo oir pájaros, agua, risas de niños  y dan tregua a los pasos cansados.
incluso me podría tomar algo en el kiosko de las flores, que está en una de sus esquinas, pero no me apetecía en ese momento.
en el centro del parque hay este kiosko, el de la música.
  


 

fué al llegar a su altura, al mirar hacia arriba, cuando volví a admirar a esos pequeños seres que conviven con nosotros y que son capaces de fabricar su nido aprovechando cualquier sitio, viviendo libres donde les apetece y alegrándonos la vida mientras están en el mundo. 


 



sin pagar alquiler, ni agua, ni luz, ni hipoteca. no gastan combustible, no usan móvil, ordenador, no tienen carnet de identidad...
y me pregunto : ¿ quién habrá sido el imbécil que nos puso la etiqueta de especie inteligente? 

2 comentarios:

  1. Gracias por tu comentario y que buena la toma
    son fotos que tienes que estar preparada para tomarlas ..momentos en cuestiones de segundos..me gustan este tipo de fotos ..espontaneas sin un Por que?

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  2. ¡¡ encantada de tenerte por aquí !! me gustan mucho tus blog y tus fotos, reflejan la vida de la ciudad y enseñas cosas curiosas de esta isla.
    un saludo cariñoso. seguimos en contacto.

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